16.2.12

El escritor poderoso

Individuos

Me gustaría pensar de que es cierto que mi relación con mis textos me individúa, o la relación de otros escritores con sus textos los individúa, como anota Giorgio Agamben en un libro [Profanaciones] de lectura reciente. Mi objetivo no es anotar el libro, sino reflexionar esa relación. Todas las citas pertinentes están al final de esta entrada.

Yo, Luis Topogenario, he escrito tal texto y lo he publicado en tal lado. ¿Pero realmente me individúa? ¿O sólo me objetiva? ¿Y si no me individúa, cuál es el problema? ¿Es obligatorio, acaso? Y si me individúa, ¿frente a quiénes me estoy materializando como único, determinado? Me parece que la respuesta no es El lector, o un lector, porque hasta ahora sólo soy la firma y la cara del lomo y la contratapa. Su relación conmigo es textual, no individual, a lo sumo dialogarán nuestras críticas. A menos que desee tratar la individuación como una especie de propiedad privada de mi persona, y estas palabras son una especie de marcas de tiza sobre mi cuerpo, me es difícil remitirme al lector en este aspecto.

Pero quizá Agamben sí está detrás de algo aquí. Yo creo que tal o cual texto que escribí de verdad me individuaría si me empoderase. Cómo decirlo: me encantaría pensar que mi texto es la penúltima expresión de poder que tengo. En serio. Que me empodera. ¿No parece realmente lógico eso? ¡Cómo no va a empoderarme mi texto! Tiene prácticamente todo lo que dice la receta del empoderamiento: intención, iniciativa, reflexión, expresión, codificación [en un elemento social compartido, mi lengua, que actualizo], acto [la escritura misma, su publicación, su socialización] y feedback. Ey, un acto volitivo y crítico como este debe empoderarme. Inclusive le estafé unas horas a mi homo oeconomicus para sentarme en mi escritorio y, con la paciencia de un amanuense, realizar una actividad económicamente improductiva. ¡Esto tiene que ser poder! Más aún: esto tiene el sabor del poder. Si tiene el sabor del poder, si parece poder, si le dicen poder, entonces no hay otra alternativa de que sea poder. Si no, entonces no sé qué "puede" serlo.

Cadenas discursivas

Pero si alguien viniese en este momento y me dijese: "Como productor de textos y como sujeto lingüístico, lo único que hacés es reproducir las estructuras de poder presentes en la sociedad en que vivís; así, tu rol en esas estructuras de poder choca [no necesariamente antagoniza] con los roles de todos los otros productores de textos, y a su vez con los roles de todos los que no producen, de manera intencionada, un texto", y se podría continuar la ecuación un poco más; retomando, si alguien me dijese esto, un pensamiento que sin problemas podría encontrarse anotado en un párrafo de Teun van Dijk, , creo que, así, a secas, no me simpatizaría. No me simpatizaría para nada.

Porque significaría de que aquella receta -que se lustra tanto en talleres de literatura- no era del empoderamiento, sino la receta del rol. Y al escritor le gusta sentirse poderoso. Nos encanta. Ah, si nos encantará. Al escritor le gusta ser él todo una sociedad microscópica. Le gusta acercarse a su objeto crítico y apoderarse de él para transformarlo. Y el nuevo estado crítico de ese objeto lleva su marca, y, según él, ésta es exactamente la prueba arqueológica de que ha sido poderoso. Por las noches, antes de acostarse, mira su rostro en su espejo de afeitar, quizá se dice: "Hoy fui poderoso, aquí está la prueba". Conozco muchos, muchos escritores así.

Algunas preguntas incómodas -afectivamente incómodas- me surgen al plantearme esto. Porque si esto no es poder, sino rol, entonces mi relación con esto, con ese texto mío que tanto adoré en mi espejo, no es una relación impositiva, sino inmanente, afectiva; ese tema, que supuestamente tanto me descerebró mientras lo buscaba y me eludía, no era un cañonazo contra un poder, sino apenas un gesto: Un gesto. No una volea, no un mazazo, un gesto. Como escritor, entonces, no soy el candidato del poder, soy un tipo de los que aplaude, de los que hace fila para comentar el poder, de los que escribe comentarios que luego harán fila por mí.

El escritor índice-riesgo-país

Como anota Badiou: ¿repito comentarios?, ¿repito el comentar?, ¿repito la democracia? Mis páginas, ¿son el suplemento deportivo de mis vísceras? Porque mis vísceras sí que trabajan: de lunes a viernes me mantienen en el club de los diezmilpesistas. Lo que es peor: ¿engordo la democracia, sin enriquecerla? ¿Y todo eso por un maldito cuento, relato, por una novela, nouvelle, por un poema que no leerán los terroristas?

Queremos que al lector le guste y le interese nuestro libro, es decir, nuestra liquidez. Queremos que acepte nuestro papel moneda, que lo atesore, que lo coleccione, si puede, si nuestra editorial presenta líneas de colecciones. No nos llama la atención la impugnabilidad del salario, el aguinaldo, el índice riesgo-país. Pero nos desvivimos por narrar cómo es ser un tipo particularmente ingenioso, vivaz, "prístino", de una excentricidad y una volición que no se pueden empatar, -o sea, alguien que se nos parezca-, o cómo es ser un narcotraficante tenaz y violento, un matarife -o sea, alguien que se nos parecería, si nosotros no escribiésemos-. Y a esto vamos a llamarle individuación.

La otra pregunta que podría ocurrírseme es bastante obvia: ¿soy culpable?, o ¿soy tan culpable? Pero ya sabemos que sí, por supuesto que soy culpable. Pero: ¿cómo soy culpable? ¿De cuál de todas las causas? Y lo que es el centro de la cuestión: ¿quiénes son mis damnificados?

Las citas

Se escribe para devenir impersonal, para devenir geniales, y sin embargo, escribiendo, nos individuamos como autores de esta o aquella obra, nos alejamos de Genius, que no puede jamás asumir la forma de un Yo, y tanto menos de un autor.
GIORGIO AGAMBEN / "Profanaciones" [12]


Basically, to make truths manifest means the following: to distinguish truths from opinion. So that the question today is this and no other: Is there something besides opinion? In other words (one will excuse, or will not, forgive the provocation), is there something besides our "democracies"? {Básicamente, hacer manifiestas las verdades significa lo siguiente: distinguir las verdades de la opinión. Entonces, la interrogante hoy es ésta y no otra: ¿existe algo además de la opinión? En otras palabras (uno perdonará, o no, la provocación), ¿existe algo además de nuestras "democracias"?}
ALAN BADIOU / "Inaesthetics" [15]