7.11.16

Esquela

Sigo sin escribir absolutamente nada. Continúo inmiscuido en el proceso de desertificación (si pienso en la arena, soy el hombre). La ciencia se ha llevado al mejor jinete de mis horas, y permanece un caballo desbocado, quien marcha junto a su ceguera verbal y alegre atisba, sin sudor, el borde del precipicio. Si la ciencia es esta hora, yo soy el tiempo detenido y muestro, tímido, mis manecillas rotas. Si me lo preguntan: sí, prometo dimitir. Lo prometo, compañeros. Todo este horizonte blanco será para ustedes.